Te mire, sin motivos sonreí, me quede perdido en el aura de
la comisura de tus labios y volví a mirar el suelo solo para levantar la cabeza
y volverte a ver…
Eras real, matemáticamente incalculable, químicamente fuera
de los elementos conocidos, eras quien nunca había olvidado y a quien nunca
había conocido.
Me perdí en el reflejo de tus pasos, en tu andar tan liviano
y displicente acerca del mundo, no entendía quien eras y sabía quién sos… pero
algo no estaba dentro de los parámetros y todo coincidía en su lugar.
Soy Lucas buscando la conciencia global... hoy sin un final escrito que me gustaría
que aquel lector que desee lo termine en los comentarios.